El Gobierno evalúa dar sólo una dosis de la vacuna contra el Covid-19 para alcanzar antes a más personas

El segundo componente del fármaco se puede aplicar 21 días o más después de la primera dosis, por lo que “si pasa más tiempo entre una y otra no es un problema relevante”, aseguró Carla Vizzotti. La estrategia ya se implementó en varios países. Por eso, el Ministerio de Salud pedirá a Rusia más cantidad del primer componente para próximas entregas

 

 

Ante el rebrote de coronavirus en Argentina, el Gobierno evalúa seguir la estrategia de otros países para optimizar recursos y priorizar la vacunación con la primera dosis de la Sputnik V en más cantidad de personas y dar la segunda más tarde, en lugar de aplicar los dos componentes en menos tiempo a un número reducido. El tiempo que hay que esperar entre una y otra es de 21 días, como mínimo, por lo que “si pasa más tiempo entre una y otra aplicación no es un problema relevante”, explicó Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud, quien adelantó que pedirán a Rusia más dosis del componente uno que del dos.

“La decisión sanitaria más importante que nos tenemos que plantear es si queremos tener 10 millones de personas vacunadas a marzo con dos dosis o si preferimos tener 20 millones de personas con una sola”, planteó Vizzotti en una entrevista con Página 12. Al respecto, apuntó que “en este contexto de pandemia es muy lógico pensar que se pueda vacunar a más gente con la primera dosis y diferir la segunda para cuando ya esté controlado el brote”.

Las principales vacunas contra el coronavirus que se desarrollan al momento -no sólo la Sputnik V sino también la de AstraZeneca, Pfizer y Moderna- tienen dos componentes, que se dan en dos veces, con un intervalo recomendado de entre 21 y 28 días para que puedan funcionar. El primer componente brinda una protección parcial contra el Covid-19. Al vacunar a más cantidad de personas con la primera dosis y retrasar la segunda no queda incompleta la vacunación, sino que se llega antes a un mayor porcentaje de la población con el objetivo de optimizar los recursos disponibles. Si bien todavía no se sabe con exactitud su efectividad, esta estrategia ya está en marcha en Reino Unido y se evalúa en España y Alemania, entre otros países.

Vizzotti remarcó que “los intervalos de interdosis de las vacunas son como mínimo de 21 días, pero si pasa más tiempo entre una y otra aplicación no es un problema relevante”, por lo que, según sus declaraciones, es una posibilidad concreta que se retrase la segunda dosis en futuras compras, aunque los vacunados en la primera etapa sí recibirán el componente siguiente en el plazo recomendado.

“En el caso puntual de la Sputnik V se trata de dos componentes distintos y la segunda tanda de 300 mil que llegarán al país la próxima semana serán aplicados a los que se dieron la primera dosis. Pensando en eso, para la segunda entrega estamos pidiendo más dosis del componente uno y no estamos pidiendo exactamente mitad y mitad como hicimos ahora”, adelantó la funcionaria.

 

Vacuna Pfizer, Moderna, SinoPharm y AstraZeneca: ¿cuál es el estado de las negociaciones?

Con respecto a las proyecciones del Gobierno en la compra del fármaco, aseguró que “en marzo tendríamos 30 millones de dosis de vacunas Sputnik V para aplicar a 15 millones de personas”, y sobre las nuevas cepas de coronavirus que aparecieron en Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, aclaró que “hasta el momento las mutaciones del virus que se han identificado y genotipificado son menores y no impactan en la eficacia de las vacunas”.

Más allá del acuerdo con Rusia por la Sputnik V, “las negociaciones siguen en pie con Pfizer (Estados Unidos/Alemania), Moderna (Estados Unidos), SinoPharm (China) y se está avanzando con la producción en el país de la vacuna desarrollada por la universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca”, de Reino Unido, ya que “se está produciendo el antígeno en Argentina y está en tiempo y forma” para enviar el componente activo “para que se envase en México” y así iniciar la distribución en Latinoamérica.

“En principio, el cronograma de entrega sería entre marzo y julio y recibiríamos 22.4 millones de dosis, para 11.2 millones de personas”, detalló Vizzotti sobre la vacuna de Oxford que se producirá en Argentina. “Por otra parte, hubo contacto directo de Moderna con el presidente y esta semana se van a acercar las partes para evaluar concretamente una propuesta en función de cuántas dosis, cuándo las recibiríamos, el precio y las condiciones”, agregó.

“Las negociaciones con Pfizer se empezaron al mismo tiempo que con AstraZenéca, pero aún no se llegó a un acuerdo por cuestiones legales. Lo que pide la casa central de Pfizer, ubicada en Estados Unidos, son algunos criterios de indemnidad y de no responsabilidad del laboratorio que implicarían que el país tenga que responder con fondos ante cualquier situación”, indicó.

 

Críticas contra la vacuna rusa

Vizzotti también contestó a las críticas que se hacen contra la vacuna rusa. “Decir que la Sputnik V no tiene datos es incorrecto, porque cuando un laboratorio o un país produce una vacuna y genera los análisis de seguridad, eficacia, datos de la manufactura y de los lotes, se presenta a un Estado en forma confidencial”, por lo que las autoridades sanitarias “definen si la información es sólida en seguridad y eficacia y recién allí se realiza la autorización de emergencia”.

Por otra parte, aún no se puede saber cuándo se podrá volver a la “vieja normalidad”, ya que “eso dependerá de las características de las vacunas”: “Si tenemos una vacuna que previene la infección y la trasmisión y su efecto dura un tiempo lógico, será mucho más probable que podamos interrumpir la trasmisión que si, en cambio, tenemos una vacuna que tenga más impacto en disminuir la mortalidad, pero no la infección y transmisión”, explicó. Aún falta obtener los datos finales de la fase 3 de las vacunas de los diferentes laboratorios para poder saber de qué tipo es cada una, sostuvo.

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